domingo, 25 de febrero de 2007

Creación de la Plataforma

Desde el comité de acción provincial de la Asociación por un "Mundo sin Guerras y sin Violencia" promovemos la creación de la Plataforma por el Desarme Nuclear Mundial en Tenerife.

¿Qué es la Plataforma por el Desarme Nuclear Mundial?

Es una agrupación de fuerzas sociales de base: barriales, estudiantiles, políticas, sindicales, sectoriales, etc., y de personas significativas, que coinciden con los objetivos fundamentales de MSG, y (previa adhesión a su Declaración) acuerdan trabajar en conjunto en la temática propia de esta plataforma.

¿Quién puede formar parte de la Plataforma por el Desarme Nuclear Mundial?

Cualquier fuerza social, política, cultural, económica, etc., o persona de forma individual que así lo desee y libremente lo exprese, formalizándose la participación en la plataforma con la adhesión a la “Declaración de MSG” por parte de todos los miembros constituyentes y el interés de desarrollar acciones por el desarme nuclear y el resto de objetivos generales, así como otros que se propongan en el futuro.

¿Cómo se trabajará?

  • Las formas de trabajo se irán definiendo en conjunto con los otros colectivos.
  • La Plataforma es un nexo de unión de organizaciones en torno al tema del desarme. Ese ámbito puede ser aprovechado para transvase de información en todas las direcciones.
  • Las plataformas definen su propio plan de acción y un calendario de acciones puntuales.

¿De qué materiales se disponen?

Por nuestro lado ponemos a disposición de las plataformas los materiales de MSG, (Presentaciones pps, videos, folletos, etc.) pero será excelente si las Plataformas pueden editar sus propios materiales, por sobre todo aquellos de denuncia y declaraciones, en prensa, radios y televisiones barriales.
Las plataformas pueden aparecer en el sitio Web del comité de base MSG con su apartado propio, donde figuran sus integrantes y acciones efectuadas y por desarrollar, así como fotos, declaraciones, denuncias, etc.

Objetivos Generales

Los objetivos mínimos de lucha que se marcaría la Plataforma por el Desarme Nuclear Mundial serían:

1.- Desarme nuclear total.

2.- Abandono, por parte de las tropas invasoras, de los territorios ocupados.

3.- Desarme progresivo y proporcional, en todas las regiones, de las armas de destrucción masiva, (incluyendo las biológicas y químicas).

Objetivos a corto plazo

1. Trabajar en común para organizar la primera acción conjunta de lucha el próximo día 17 de marzo a las 20 horas en la plaza del Cristo con la realización del símbolo de la paz humano (viviente) con la intención de reunir 1000 personas que porten antorchas por el desarme nuclear ahora, dentro de la campaña por el desarme nuclear total.

2. Organizar un foro abierto por la diversidad y la no violencia a mediados de junio en La Laguna, en el que tengan cabida todas las manifestaciones sociales, culturales, políticas, educativas, económicas, artísticas, deportivas, etc., para que desde la base social y sobre el diálogo abierto comience a reconstruirse el tejido asociativo en base a valores de no violencia, tolerancia, búsqueda desprejuiciada de nuevos modelos de desarrollo humano en todos los campos de la vida y el nacimiento de una cultura nueva y revolucionaria desde la misma base social.

3. Conseguir el mayor número de firmas posible para que La Laguna adhiera a la Declaración de un Mundo sin Guerras y se declare también ciudad por la no violencia, comprometiéndose a desarrollar políticas adecuadas para erradicar todo tipo de violencia en cualquier ámbito de la vida municipal.

Organizaciones que adhieren a la “Declaración de MSG” y han formalizado ya su intención de formar parte de la Plataforma por el Desarme Nuclear Mundial de Tenerife:

1. Asociación social y cultural “Nueva Universidad”
2. Partido Humanista de Tenerife

Encuadre



Existe una gran cantidad de explicaciones aparentemente razonables acerca de por qué no es posible un desarme nuclear completo. Pero la única explicación real es la siguiente: ni siquiera lo está intentando nadie.

En este proceso de mundialización acelerada que estamos viviendo y en un momento no muy lejano, los seres humanos tomaremos conciencia de que es posible y necesaria la convivencia pacífica y solidaria entre los pueblos, y dejaremos atrás la eliminación de unos a otros.

Consideramos que ha llegado la hora de ponernos en marcha de forma manifiesta en esa dirección para acabar con ese lastre que represe
ntan las guerras y que arrastramos desde el principio de los tiempos. Para la especie humana esto significará dar un paso decisivo que le permitirá salir de su prehistoria y entrar en la historia verdadera y cálidamente humana.

Las sociedades en que vivimos son fundamentalmente violentas porque los grupos de poder que las gobiernan se sustentan en valores discriminatorios y antihumanistas para dominar a los pueblos. Así, la repercusión de este sistema violento en la escala de lo cotidiano se manifiesta en un aumento creciente de la violencia en todas sus formas, no sólo la física, sino también la racial, religiosa, económica y sexual.
Crecientes tensiones a nivel global están alimentando un rearme cada vez mayor y aumentan la probabilidad de un desastre nuclear. Desde hace pocos meses se han formado bloques nucleares: Estados Unidos y los países europeos por un lado, Rusia y China por el otro.

Es cierto que nuestro mundo está en serios problemas. Pero es cierto también que somos muchos los que anhelamos y buscamos nuevas respuestas y nuevos caminos. En numerosos países y regiones existe gente que, como nosotros, ansía una nueva vía, ya que intuye que los métodos de análisis y las formas de lucha clásicos no les sirven. Todos los luchadores sociales de distintas generaciones, que se atreven a dejar atrás antiguos moldes, queremos encontrarnos y construir juntos un nuevo proyecto de transformación social.


Somos muchos los que hemos llegado al convencimiento de que ese mundo con que soñamos, esa sociedad por la que luchamos, no la podemos construir solos.
El mundo al que aspiramos no será de una sola organización, no será de un solo color. Esto no lo hace nadie aisladamente.

Hoy necesitamos encontrarnos todos los que mantenemos esa misma inquietud, encontrarnos y construir puentes sobre lo que nos une, sobre lo bueno de cada organización, crear confianza sobre la experiencia del trabajo común sin que nadie pierda su identidad y sin que nadie pretenda absorber o hacer desaparecer a nadie.

Todos y cada uno somos importantes y la convergencia de la diversidad en la acción conjunta representa mucho más que la suma o amalgama de intereses e intenciones comunes, representa un nuevo espíritu revolucionario, el que necesita esta época: la revolución de la gente común que aspira a construir un mundo más justo, más humano y sin violencia.